A todos los que en las derrotas ven victorias.
Yo
cambio los designios
Yo abato los conjuros
y desvío con mis manos
la fuerza oculta
del giro de los astros.
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- Emilio Porta
- Writer. Philosophy, Literature and Arts, Teather and Cinema. Books published: "Compás de Espera" "Anamarel" "Porlock" "Tomo secreto" "Contrapensamientos" "Travesía de Alfama" "Diario Despertar" "Tomo Secreto" "Destinos y Caballeros" "Corales" (Premio Blas de Otero 2009) Turno de réplica, Banderas rotas and others (Poesía, Narrativa, Ensayo). Actualmente es Vicesecretario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, Vicepresidente de la Asociación Escritores en Red (EnR) y Director General y fundador de la plataforma digital literaria Netwriters (NW).
Es el intento lo que confiere realidad a los sucesos. La realidad está ahí. Se impone en sus hechos, pero dejarle ganar la batalla a la realidad es aceptar que la derrota es siempre el final. Decía Tiger Woods a la pregunta que le hacían sobre en qué pensaba cuando fallaba un golpe, que pensaba solo en el siguiente. La existencia está llena de sucesos ante los que poco o nada podemos, cierto es. Pero, interiormente, admitir que siempre estamos en manos de la vida es no vivir. Sé que este poema es una declaración de intenciones. Y que el encabezamiento es una llamada solidaria a caminar de frente. Sé, también, que, finalmente, la vida decide hora y momento en que todo pasa a ser memoria. Pero, mientras, prefiero creer en la fuerza de la mente y el poder del corazón.
ResponderEliminarUna hermosa manera de decir que hay que darle la vuelta a la tortilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Digamos que deberíamos intentar que no sean los intereses, el inmovilismo y el Poder los que nos digan como hay que batir los huevos. Y cuántos hay que poner y como utilizarlos. Al final siempre son los mismos los que eligen el menú. No con nuestra aquiescencia, espero. Pero algo más también. No solo es al Poder humano al que se enfrenta el ser humano. Es a la propia Naturaleza con la que, desde siempre, hay una partida abierta. La Ley del más fuerte es una ley natural, bastante cruel, por cierto. Y yo creo que el Ser humano tiene que intentar enmedarle la plana a ese teórico Dios que ha hecho - es un decir - las cosas así. Me asombra que tantas veces se hable de la maravilla de la gran obra divina. Será que yo no entiendo de diseño.
ResponderEliminarLLoverse,
ResponderEliminarnecesariamente.
Y recomenzar.
Saludos enormes. Emilio.
Aún cuando la tempestad pueda, a veces, devastar la vida. Al fin y al cabo es lo que les ocurre, día a día, a tantos seres humanos en el planeta. Gente que vive estrictamente para terminar el día. Y, cada día, se plantea solo sobrevivir.
ResponderEliminarMe refería muy brevemente, gran defecto, a que de las tempestades, las derrotas se abren nuevos caminos. LLoverse necesariamente; llorar lo que hay que llorar y como diríamos por aquí, "a otra cosa mariposa". Es en nosotros donde está lo posible, la fuerza, como vos decís.
ResponderEliminarPorfa, no publiqués esto. No sé si me explico lo suficiente...
Abrazote grandote.
Me apunto la fórmula mágica...
ResponderEliminarBesos, Emilio. ;)-
Te sobra fuerza para ello. DE todas maneras, estaré cerca, no vayas a hacer algún desaguisado.
ResponderEliminarEs la mente la que dirige. Y el corazón el que aconseja. No hay más fórmula, Carmen. El resultado es lo de menos. Debería ser lo de menos. Como dice Kavafis, Itaca es el viaje.
ResponderEliminarPues sí que me consideras fuerte, Manuel. Sí, ya sabes lo que dijo aquél Rabí de Judea:
ResponderEliminar"La fe mueve montañas" (si no lo dijo, por lo menos lo pensó)...en todo caso siempre es bueno que estés cerca. Más vale prevenir..:-)
Me sumo a tu fuerza, Emilio. Entre todos podemos cambiar fuerzas y sentidos. Eso sí, con dedicación, entusiasmo y sin desmayos. Ya sabes eso de "Fíate de la Virgen y no corras..."
ResponderEliminarUn abrazo
Pues mira, a veces, la Virgen ayuda. Yo tengo una especial - hay que ver, sin ser creyente en ninguna religión, todo lo contrario, y, sin embargo, tengo estas cosas - y mira, Alex, cuando todo se difumina y parece que se nos va de las manos, a lo mejor es bueno recabar al Universo y a la Vida que nos envíe algo de energía. No siempre funciona pero, en ocasiones, es mejor pensar que sí.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo. Mientras, seguimos intentando que los designios no acaben con nosotros. Al fin y al cabo es la lucha eterna del Hombre contra esa naturaleza de la que ya hemos hablado. La mala, la otra cara de la moneda, la que nos obliga a mantener una larga batalla por sobrevivir y vivir.
Estoy repasando los últimos contracomentarios y me noto muy bíblico. En fin...y yo que, desde el Mayo francés, soy un ardiente defensor de todos los mayos...Claro que el evangelio - no sus burócratas - tiene sus cosas. Sobre todo fue un mensaje liberador en su tiempo. Es eso de la Utopia. La ventaja es que planteó el amor como elemento de resistencia y lucha. Y eso, sin duda, en aquellos tiempos, fue un gran avance. Lo malo es que, de una religión de esclavos, como se la llamó en el Imperio Romano, se ha convertido en una religión al servicio, en una parte de la Iglesia, del Poder. De hecho ella fue, durante muchos siglos, el gran Poder. El Poder absoluto sobre cuerpos y almas. Ahora el tema es más folklórico. Y algunos de sus seguidores hacen una gran labor humanitaria. Otros...corramos un tupido velo - bueno no, descórramoslo - aunque mejor no comentar.
ResponderEliminarHay una frase de Hemingway que dice: “El hombre puede ser destruido, pero no derrotado” Y, desde luego, no lo será mientras no ponga limitaciones al pensamiento.
ResponderEliminarDe cómo pensemos, de lo que pensemos en este momento, dependerá nuestra vida futura. Nosotros nos creamos y cooperamos a crear lo que hay a nuestro alrededor. Por eso hay que ser positivos y creer en nuestra fuerza interior.
Claro que se puede ver una victoria en una derrota. El aprendizaje y el intento ya es una victoria.
Me gusta la fuerza que hay en estos versos y en tus manos.
Besos y un fuerte abrazo.
Los hechizos en ocasiones son más llevaderos que las derrotas surcando la piel. La verdad que la voluntad ha movido montañas ¿Porqúe no intentarlo?
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María
La voluntad y el deseo son motores básicos en el progreso. La mente es muy poderosa. Y el corazón.
ResponderEliminarOtro abrazo.