Hay días que se resisten a salir de la nebulosa primera y entrar
en nosotros.
No es por nosotros, es por la nebulosa.
A esos días hay que mirarlos de frente, pero poco a poco.
No jugar con sus sombras, sino esperar a que las sombras se
despejen.
Que la niebla de la extrañeza levante.
Que el frío se deshaga.
Que el calor interior sea más fuerte que la helada sensación de
la nada.
Uno de esos días era hoy.
Pero poco a poco he ido entrando en los otros significados.
Los puentes en que se posan los pájaros en la cabeza y luego nos
permiten volar.
Desde mi dilatada experiencia de vallisoletana adoptiva puedo decirte que la niebla siempre levanta. Puede tardar más o menos, horas, días, en alguna ocasión (las he conocido) hasta meses pero siempre, siempre, ha habido un sol capaz de disolverla.
ResponderEliminarEs sólo cuestión de paciencia, de esperar al sol.
;-)
Un abrazo, Emilio, me ha encantado el texto.
No siempre llega el sol pero, como la vida es circular, a veces se reencuentra. Es cuestión de haberlo conocido alguna vez.
EliminarVendrán los pájaros
ResponderEliminarcomo otras veces a sostenerme
antes de partir con el viento.
Una de las tantas formas. Y volar.
Saludos, Emilo. Maravilloso año para todos.
Gracias, Luna. Y gracias por tan bonito texto.
EliminarEmilio, he estado repasando tus entradas, y, además de disfrutar de una grata lectura, puedo constatar que pocos blogs hay con tanta luz… A pesar de las nieblas, nebulosas, de las pequeñas rebeldías contra la realidad, a veces, mal encarada que nos trastoca el ánimo. Son días fríos, que como dices, hay que dejar que se disipen y que esa llama, que siempre albergamos en nuestro interior, comience a calentarnos.
ResponderEliminarComo dice nuestra vallisoletana de pro, siempre sale el sol. Y como dices tú en uno de tus poemas:
“Sólo el Hombre es capaz
de descubrir la esperanza.
Sólo él es capaz de proteger
el descubrimiento del alma.”
Continua creando puentes...
Besos y un fuerte abrazo.
"Proteger el descubrimiento del alma" gracias, Mari Carmen...a veces uno mismo no recuerda lo que escribe, aunque lo guarde. Es tan reconfortante lo que has escrito que solo por eso merece la pena poner algunas entradas de vez en cuando. Mis entradas, de todas formas, siempre obedecen a impulsos y momentos. Aunque luego permanezcan. El tiempo que dure este enclave, claro. Seguramente unos años. Luego volverá todo a la nebulosa de la que provenimos, aunque antes haya pequeños rastros de luz, sí.
EliminarMagnífica reflexión, como sueles acostumbrar, unida al interesante debate que surge de los comentarios...
ResponderEliminarUn placer, Emilio.
Gracias por acompañarme, Nines. Un abrazo.
EliminarUauuuuuuuuuuuuu.
ResponderEliminarUn gusto leerte a escondidas cada dos por tres
Tú sí que eres para leerte a escondidas y a plena luz del día y de la noche. Y "pa" ver tus viñetas, llenas de pensamiento y crítica inteligente. Tengo la suerte de ser amigo de uno de los más notables creadores de los siglos XX y XXI. Ahí es nada. Ya sabes que considero que la Poesía de estos años, sin ti, sería un río, inmenso sí, pero con menos caudal.
EliminarHay que dejarse llevar entonces. Pero poco a poco, porque los pájaros siempre vuelan libres en la cabeza... Y claro que nos permiten volar.
ResponderEliminarTocayo: en pocas palabras se puede decir lo que pocos saben. Hablo de ti. Un placer leerte.
Salud
Gracias...Es bueno encontrar no solo coincidencias de vuelo, sino también de puntos de apoyo :-)
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