Min Yong Tae
“Cuando era pequeño los demás se reían de mi por ser distinto…ahora yo me río de los demás por ser iguales”
Kurt Cobain
“La biografía del labrador es el surco”
Emilio Porta
“Cuando era pequeño los demás se reían de mi por ser distinto…ahora yo me río de los demás por ser iguales”
Kurt Cobain
“La biografía del labrador es el surco”
Emilio Porta
Tres frases que, al fin y al cabo, se refieren a lo mismo. Al modo de ser, de mirar, de caminar. Tres frases que me acompañan con una cierta perspectiva, que nos pueden acompañar a todos los que no creemos en fronteras personales ni espaciales respetando y guardando nuestra identidad, nuestro ámbito de elección y posibilidad. La mayoría del tiempo estamos, más que somos. Solo en contadas ocasiones nos encontramos en armonía de mente y cuerpo. Con nosotros mismos, con los demás. En este transcurso limitado, y aparentemente absurdo salvo por el sentido que le podamos dar nosotros mismos, vamos encontrando luz en algunas palabras, algunos pasos, algunos destellos del aire y del silencio. Ahí estamos. Es lo que hay. Hagamos la vida consciente, tanto en la aceptación como en la lucha, en el intento de alcanzar nuestra particular y colectiva Itaca.
ResponderEliminar(Esta entrada va dedicada a todos los que, alguna vez, nos hemos sentido extranjeros en nuestra propia tierra)
Emilio: yo creo que es bueno eso de sentirse extranjero en nuestra propia tierra, desde el punto de vista de observar con objetividad lo que nos rodea.Siempre he sido un enemigo irreconciliable de los círculos cerrados, de las sectas, de las organizaciones que se rigen por principios exactos e inamovibles. Si nos introducimos en uno de ellos, perdemos nuestra libertad y nos vemos incluso disminuidos en nuestro pensamiento. Tú dices muy claramente que lo importante es el sentido que nosotros podemos dar al mundo que nos rodea. Eso sólo se puede conseguir si somos libres. Esto, naturalmente, engendra un terrible riesgo. Ser libre, amar la individualidad, es muy duro. Yo no puedo reírme de los demás ahora, como dijo Kurt Cobain, porque me considero distinto, en cierto sentido, de los que me rodean. Soy débil, y no creo ni en mis propias fuerzas, pero detesto el proteccionismo,el enchufismo,
ResponderEliminary prefiero navegar en mi propia barca, aún siendo tan pequeña. Creo, por tanto, que me considero un extranjero en mi propia tierra, como dijo Min Yong Tae. Y creo en lo que dices tú mismo: la biografía del labrador es el surco. Pero ese surco ha de haber sido labrado bien, porque de lo contrario,las eses labradas pueden quizás dar algún fruto, pero reflejan la falta de rectitud del labrador. Y eso es muy triste, sobre todo cuando sabemos que es muy limitado el número de trabajos de labranza que podemos efectuar en nuestra corta vida. Has elegido tres pensamientos de corta enunciación y largo recorrido. Un fuerte abrazo, Emilio.
«¡Cuidate de una inteligencia demasiado grande!» Siddharta, Herman Hesse
ResponderEliminarSe que te llegó tarde este consejo, aunque conoces muy bien esta obra.
Estamos más que somos... Tienes muchísima razón, amigo Emilio. Magnífica la entrada, como todas.
ResponderEliminarEnrique
Emilio, estoy de acuerdo en que la mayor parte del tiempo "estamos" y "no somos". De ahí la mayor parte de nuestro malestar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ana Mª Castillo Moreno
Hola Emilio,
ResponderEliminarYo también me siento un extranjero. Hay costumbres de mi tierra con las que no me identifico, pero intento no vivir encerrado en mi torre de marfil, pues la gente aporta cariño y buenas ideas para escribir, dos cosas irrenunciables.
Un abrazo.
Emilio, tus palabras me han llevado a pensar lo positivo que sería si al CAMINAR por el sendero de la vida, repleto de posibilidades de enriquecernos, supiésemos MIRAR con gran amplitud para poder discernir las que realmente nos ofrecen la opción de llegar a SER mejores
ResponderEliminar-“Solo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar por él”.
-“Para ver claro sólo basta con cambiar la dirección hacia la que se mira”.
-“Tu mayor competidor es lo que quieres llegar a ser”.
Fíjate que creo que a lo que tú llamas ser extranjero en tu tierra, yo lo definiría como ser precursor en la misma. Los precursores o líderes, de cualquiera de los ámbitos artísticos, científicos…, es muy fácil que sientan a veces una extraña sensación de soledad o de no pertenecer al rebaño. Ello se debe a que van abriendo caminos, algún paso más por delante del resto.
Un abrazo.
Emilio, ser, mirar, caminar... puede ser la sinopsis de una vida, un círculo de lo aprehendido y lo proyectado. Somos en la medida que miramos y caminamos, así crecemos y nos formamos, pero a la vez en cada mirada, en cada paso proyectamos nuestro ser. Me gusta el título, es, en esencia, una magnífica entrada.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de sentirse extranjero en su propia tierra...¿Quién no se ha sentido incomprendido o fuera de lugar? Pero las únicas fronteras son las que nos ponemos nosotros mismos en cuanto depender de la aceptación de los demás.
“Hagamos la vida consciente, tanto en la aceptación como en la lucha, en el intento de alcanzar nuestra particular y colectiva Itaca.”
Me quedo con este deseo de aceptación, respeto y de armonía.
Besos y un fuerte abrazo.
Ser tiempo
ResponderEliminary tierra.
Mirar en el silencio
la luz de la palabra.
Caminar el surco
y labrar la certeza
de los días.
Saludos y feliz Día del Amigo!
“La biografía del labrador es el surco”... bellísima metáfora, Emilio.
ResponderEliminarNada sería más gratificante que saber ESTAR y, aún mejor, SER ese individuo que es capaz de preservar el equilibrio, tanto individual como colectivamente, en los distintos ámbitos de la vida. Pero todo conlleva una lucha incruenta con distinta baremación...y aunque consciente de que “casi todo está en uno mismo”, si ese pequeño “casi” proveniente del entorno exterior, nos estima en medida enriquecedora, nos miramos y miramos con una luz más predispuesta en nuestro caminar diario. En los distintos estados de ánimo, indudablemente, pernocta la extranjería variable del éxodo interior.
Magnifica entrada, amigo Porta. Un fuerte abrazo.
Laura Olalla
Querido Emilio:
ResponderEliminarQué razón tienes: “La biografía del labrador es el surco”. Genio y maestro, pero permíteme una petición que no enmendará la derechura de tu besana: esparce sobre el surco —no sé si aún yermo— la buena semilla de tus paneras. Seguro que el fruto será exuberante, culto, y de mucha calidad; tanto que, por muchas motos que rompas y por muchos universos que te dediquen, te sobrevivirá, como corresponde a las biografías de los grandes personajes.
Un abrazo y buen verano, labrador, sembrador de frases, de bienes y cosechas largas.
Alex
Mis queridos amigos...estamos ya en agosto y yo he pasado un tiempo desconectado de la informática y de mi propio blog. Un tiempo de revisión, que otros llamarían de vacaciones. Pero para mi las vacaciones son tiempo de reflexión y de memoria, tiempo de pensar y tratar de armonizar mente y corazón, buscar la coherencia en actos y actitudes. No están los tiempos para meditaciones pero, sin embargo, hay que encontrar, de vez en cuando, algún lugar para ella. Meditación activa...que no pasiva. Dar a cada cosa su espacio y su proceso. Supongo que en Occidente hemos intelectualizado - algunos - demasiado la vida y ello nos impide que fluya. Es como si los conceptos se superpusieran siempre a las emociones profundas...Aunque todo pensamiento está cargado de emoción y toda verdadera emoción, de pensamiento. Estos complejos - y sencillos a la vez - seres que somos carecemos de la importancia necesaria para el Universo y, sin embargo, cada uno creamos el nuestro...y ese universo personal es todo. En él están nuestros actos, se producen los sucesos, se generan y renuevan afectos, se crean recuerdos...y a él pertenecen nuestros sueños y nuestros fracasos o lo que así llamamos. Decía Fernán Gómez, que era bastante sabio, que el fracaso no existía, que era solo cuestión de mirar con poca perspectiva. Ojalá sea así. Yo creo que el fracaso no es más que una falta de comprensión del mundo y de la vida...y de mirar los hechos con una óptica estrecha. El camino del individuo no es más que una secuencia del camino de la especie. Y ésta sobrevive. Mal, pero sobrevive. Espero que el círculo en el que nos movemos - amplio en ocasiones, más limitado en otras - los que por él nos movemos sobreviva al verano. Y empuje el otoño con una cierta ilusión de cambio o de permanencia. Depende de lo que realmente deseemos.
ResponderEliminarQuerido Emilio, como dices en el último comentario, somos una pequeñísima parte del Universo, por lo tanto sujetos a sus leyes. Hay quienes piensan que los pensamientos tienen una frecuencia y que por la ley de la gravedad, de la atracción, pueden atraer pensamientos paralelos. Su máxima es “ Lo que trasmites crea tu vida,” y creen que la clave para el éxito está en la mente y en los pensamientos positivos.
ResponderEliminarYo no creo que la mente tenga tanto poder, y que es una bella y esperanzadora forma de pensar...Pero por intentarlo que no quede.
Quizás si usamos el libre albedrío para cambiar la frecuencia de nuestros pensamientos, podamos crear una nueva vida con la mente.
Bienvenido, Emilio, se te echaba de menos. Un beso.
"Quizás si usamos el libre albedrío para cambiar la frecuencia de nuestros pensamientos, podamos crear una nueva vida con la mente"
ResponderEliminarLa libertad y la fuerza interior. Por intentarlo que no quede. Sí, nosotros conformamos, con nuestras actitudes, el mundo. Al menos el mundo que vivimos cercano. Nuestro pequeño círculo. Luego, la realidad exterior, se opone a veces. Y quedan dos opciones: o quedarse quieto o intentar transformarla. Me gusta más la segunda opción.
Me dejas sin palabras, por eso no digo nada. ¿Qué podría yo decir, después de leer tus reflexiones, que no resultara redundante, superfluo, insulso, necio...? Lo poco que puedo añadir es que estaría leyéndote hasta el amanecer.
ResponderEliminarTu mirada son tus palabras, Frida. Y al escribir miras siempre tan bien...
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